Estos
días todos hablan del cambio, de cómo un candidato o un partido puede
resolvernos la existencia. Es triste ver como estas elecciones 2012 han
logrado dividir todavía más a la ya muy desquebrajada sociedad Mexicana.
En la búsqueda por el cambio o la mejora del país nos hemos vuelto
intolerantes, es increíble lo pueril e inmadura que es la población
Mexicana; tenemos el gobierno y país que nos merecemos.
Una
gran oleada de fanatismo se ha adueñado de nosotros, somos incapaces de
debatir, realizar propuestas y hacer análisis; cómo esperamos que un
candidato cambie al país si no podemos cambiar nosotros mismos, si no
podemos tolerar que alguien tenga una opinión diferente y mucho menos
tolerar que alguien apoye a un candidato diferente, nos creemos dueños
de la verdad absoluta.